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dominiquevernay

Abolladura

«¡Cuánta fuerza y qué poca puntería!», dice con una mueca simulando desdén. El chico no contesta y sigue tirando piedras hacia el poste «prohibido bañarse» clavado en la otra orilla del río. «Y no me esperes mañana, ni mañana ni ningún otro día», añade Alicia mientras se levanta y se sacude hierbajos del vestido y de la melena. El chico permanece callado. No la mira marcharse. En la senda de vuelta al pueblo Alicia camina de prisa. De repente, en el silencio acolchado de la tarde de verano, el golpe seco de una piedra contra un poste. Nadie lo ha oído.

(Texto con el que llegué a finalista de REC)

3 comentarios

Dominique -

Javier, en la respuesta del chico (el querer golpear el poste) y el andar rápido de la chica hacia el pueblo, puede verse también, si se quiere, el tremendo tema de la violencia en las relaciones amorosas.

Dominique -

Gracias, Javier, la verdad es que mejor escribir sin prensar en lo que buscan, se pasa mejor. Yo pretendía transmitir lo duro de toda ruptura y las manera tan distintas que hay de manifestar la pena, rabia, frustración... a ella le gustaría hablar de lo ocurrido y lo pincha para ver si por lo menos se enfada y sale de su mutismo; él, a su manera, está intentando contestarle, pero cuando lo consigue (el golpe contra el poste) es demasiado tarde. Bueno, esa es la historia que tenía en mente... pero supongo que se puede interpretar de muchas otras maneras.Un abrazo.

Javier Ximens -

¡Enhorabuena, Dominique! Estuviste cerca, es difícil llegar a esa final. Un texto muy sugestivo, de los que gustan en Rec, que sugieren, que hace que el lector piense. En mi caso no llego a captar el sentido oculto, problema mío, seguro.