Odio licuado
(relato presentado a "Relatos en Cadena" de cadena Ser)
Papá solía morirse dos veces al día de risa, mi madre tres e incluso cuatro veces, mi hermana y yo nunca menos de cinco y mis dos abuelas que vivían con nosotros, por lo menos diez cada una.
Al principio, antes de quedarnos hacinados en unos cincuenta metros cuadrados, nos moríamos con más moderación; el odio que nos unía era sólido, en estado puro, sin aquella pátina de mezquindad y rencor que, poco a poco y como dos gotas de aceite suavizan el chirrido de los goznes, hizo de él un odio licuado que vomitábamos en chorros de risa malvada.
2 comentarios
Dominique -
Fecha: 20/05/2011 11:38.
Cristina -
besín