Pelos y arrugas
Con los años me estoy volviendo más descarada, pero me ha dicho mi terapeuta que es normal, que no me preocupe, que es liberador no tener pelos en la lengua. Ya ve, eso de los pelos en la lengua lo había oído decir, pero no me había parado a pensar que si con la edad se van perdiendo, será que se nace con la lengua peluda. Lo mismo que pasa con las arrugas de los sharpeis que se les van quitando según crecen. Eso lo sé por la vecina del quinto, bueno... por su perro. Apenas si nos saludábamos ella y yo, el perro ni me miraba pero el otro día en el ascensor y por el problema mío del descaro debido a la edad le dije que en su caso no se cumplía el dicho de que los amos terminan pareciéndose a sus perros o al revés. Me miró con cara de sharpei arrugado, mientras que su Chuchi me gruñó con cara de sharpei estirado.
¡Pues vaya tontería! me contestó.
Para mí que ella también pasa de los sesenta por lo de los pelos en la lengua; no parece tener muchos.
De tontería nada insistí yo que no me iba a dejar ganar en desfachatez. Mientras a él se le van quitando las arrugas, a usted le salen y cada vez más profundas. ¿No será que se las está pasando? ¡Cosas más extrañas se han visto! Sin ir más lejos, ¿sabía usted que se nace con la lengua peluda y que luego...?
¡La muy grosera no me dejó terminar y no vean la que se montó!
Eso del descaro me está complicando la vida y voy a tener que buscar una clínica de implante de pelos para lenguas. Si alguien de ustedes sabe de una buena, no dejen de avisarme.
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B -
Dominique -
B -