Blogia
dominiquevernay

Reseña de Alena Collar desde su bitácora

Una novela de mujeres grises. Dominique Vernay : “¿Y ahora qué, Emma?”

Ayer por la noche terminé de leer ¿ Y ahora qué, Emma?, de Dominique Vernay  Juillet, una novela publicada por Editorial Unaria a finales del 2015. Dominique es una escritora francesa, que reside en Asturias,  anteriormente publicó la novela, No te quites la costra, que te quedará marca. Esta es pues, su segunda novela.

 

En ella Vernay nos cuenta la historia de Emma y de los personajes que la rodean cuando decide dejar su casa y a su marido, y marcharse de ella.

Hay en la novela una atmósfera desde el inicio de tono gris, de vidas sin ilusión, de lo pequeño hecho rutina. Es esa vida gris la que en el fondo hace a la protagonista irse; no hay un desencadenante concreto, no hay un hecho relevante: solamente la pregunta como un aviso, como un martilleo, que se hace : “ ¿eres feliz?”…

Y no. No lo es. Y se marcha. Y aparece en un barrio, el Gaviotal, en el que personajes tan desamparados como ella entrecruzan sus vidas grises, sus pequeñas miserias, sus delitos menores, sus pequeños infiernos. Todo ello contado con una sobriedad elegante, a  través de diálogos que podríamos escuchar cada día en nuestro entorno. Hay una criatura que gana dinero con sexo en internet, una mujer entrada en años que nunca ha viajado pero que guarda cientos de postales como si lo hubiera hecho, una madre-la de Emma- pesada, pelma, ignorante, aprovechada, casi analfabeta, un  marido inofensivo pero que no se entera de nada, casi hasta el final, un par de chulos puta que andan traficando y puteando por el barrio…

Vernay nos cuenta una historia que podría sucederle a muchas mujeres, una novela verosímil, en las que los personajes viven, se tienen de pie, tienen vida propia, una novela que no necesita adornarse para narrar, con un realismo sin imposturas y un final abierto  y muy curioso y coherente. Una novela  de mujeres grises; esas que también existen:  nos las cruzamos por la escalera, las saludamos en el mercado, no son activas, brillantes, decididas; no. Y sin embargo su historia merece la pena contarse.

Me ha recordado, no sé si por asociación de algunas escenas, a Tango sin Memoria, de Elena Casero,  incluso en la atmósfera de la novela a algunas páginas de Nada, de Laforet– esa entrada en la casa nueva y las sensaciones de Emma-.  Y me ha gustado. Creo que es una muy digna novela que mantiene siempre el interés y que merece ser leída.

 

0 comentarios