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dominiquevernay

Lencería fina

Safe Creative #1207302044094

La voz un poco ronca y una barba de dos o tres días, así es el hombre que vive en el cajón de mi ropa interior. Mientras que sigo al pie de la letra todas las recomendaciones de lavado que vienen en las etiquetas de cada prenda allí guardadas, él se permite oler, acariciar, arrugar y desgarrar sedas y encajes. Hoy, el hombre que duerme a mi lado en la cama me mira, asombrado, recoser la tira de un tanga negro.

         –¡Joder! –me dice

         –¡No es mío! –le miento

         –¡No sabía que supieras coser! 

          

4 comentarios

Dominique -

gracias Miguel... es un relato que me gusta especialmente y aprecio aún más vuestros comentarios... un abrazo

Miguel -

Un microrrelato muy tuyo. La cara de sorpresa del marido se llega a ver en ese "no sabía que supieras coser" a mí me sugiere este final un desapego entre el hombre y la mujer. Creo además que entre el hombre del cajón y ella hay amor. Muy bueno Dominique.

Dominique -

gracias Coque por pasarte por aquí...

Coque -

Buenísimo!!!