De mentira
Nos seguimos lavando los dientes, sin cepillo ni pasta, mamá me peina sin peine... y jugamos a que hacemos muchas otras cosas. A mí me gusta. Mamá dice que así no se desdibuja la vida, que es como estar un poco en casa.
Lo único que hacía de verdad hasta hace poco era crecer. A cada cumpleaños mío íbamos a la esquina más tranquila del campo, me arrimaba a la alambrada, y mamá subía el trocito de cuerda que habíamos dejado un año antes cogido de un pincho. La última vez no hubo que subirlo y mamá dijo que no podíamos hacer como que sí, que estaba equivocada, que no se puede jugar a todo.
3 comentarios
quin valiente -
Muchas gracias estoy en
quintinval.blogspot.com
Dominique -
cabopá -
Da gusto ver los blogs, hoy.