Esquilando
Cansada de tanto recuento, no iba a seguir contabilizando ovejas para intentar conciliar el sueño, así es que estrené mi fantástica maquina anti-insomnio computadora de ovejas; estas últimas se encargarían por mí de ver llegar el alba.
Dormí de un tirón, pero esta mañana me he despertado balando.
21/11/11
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