Diario del hambre
Viernes 19 de septiembre
Hoy, acompañé a mi madre al médico. Me quedé en la sala de espera. Por una vez, la consulta no era para mí. ¡Ya es hora de que la gente se dé cuenta de que la chiflada es ella! Al poco de que el médico la llamase, ya estaba lloriqueando y quejándose con la misma voz esa asquerosa de cuando papá nos dejó. Sé muy bien lo que le estaría contando al estirado de la blusa blanca : "No puedo más, esta hija mía me está matando, otros dos kilos ha perdido, solo huesos, como un esqueleto, ni abrazarla puedo, por culpa de su padre... " ¿Pero por qué no se callará de una vez? ¿Quién le pide que me abrace?... Yo no, desde luego. Cuando papá vuelva, él lo hará, porque, aunque ella diga que no volverá, que nunca dejará a la otra, seguro que un día querrá saber de mí, de su niña preciosa.(Escrito para Viernes Creativos de Fernando Vicente) Ilustración de Katerina Plotnikova)
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