La venganza es un plato... ( ya saben cómo sigue)
—No podremos salir del castillo hasta el próximo Halloween, si es que salimos —lloriquea Ana, mi hermana.
Me saca de quicio. Refugiada en el torreón, sigue empeñada en mandar wasaps de auxilio a nuestros hermanos, a sabiendas de que no hay cobertura.
— Anda, baja de una vez, deja de quejarte y busca escobas, cubos y fregonas, que entre tanta porquería no me quedo. ¡Eh, usted, el rarito del castillo!... que lo que acabo de decir va para todos. Luego, hágame el favor de recortarse la barba, pero ojo, nada de pelos en el lavabo, que por mucho que la tenga azul, da mucho asco.
(Ilustración del PERIÓDICO / MADRID
Martes, 20/09/2016)
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